Esta semana me hizo caer en que cada vez falta menos. 22 DE MARZO… Falta tan poco y se va a pasar volando.
Los contratos a punto de firmarse, la llegada del pasaporte (lo cual parece un milagro, ya que tardo solo un mes cuando lo normal son cuatro meses), entre otras cosas. A la vez, ahora muchísima gente más se enteró y todos me preguntan… y siempre me preguntan lo mismo y siempre respondo exactamente lo mismo. “NO, no se japonés”, “Sí, once meses es un montón”, “Yo los voy a extrañar pero existe Skype”… en fin, me voy a comprar un grabador de voz para evitar pronunciar lo mismo 5000000 veces.
Un segundo aspecto que quiero pasar rápidamente es como algunas personas a las cual el tema no les intereso ni un poquito ahora se hacen mis mejores amigos, me saludan afectuosamente o me tratan de una forma totalmente opuesta a antes. Ni me quiero imaginar lo que sucedería si me gano un millón de dólares!
Por último, y tal vez la razón por la cual escribo hoy, es a raíz de esto: hoy tuve una reunión en la Parroquia para organizar unas actividades que empezarían en noviembre, pero continuarían todo 2011. Es tan duro pensar que por 11 meses me voy a desconectar de todo esto, pero que a la vez todo va a seguir girando sin mi(otra cosa que pienso, es que algunas cosas no van a girar de la misma forma porque yo las hago girar de formas particulares) Además de la sensación de que voy a extrañar bastante, lo que me perturba es pensar en la vuelta, donde voy a tener que llegar y volver a adaptarme a cosas que todavía hoy no entiendo.
Si no entendiste lo que quise decir… genial, era la idea.