Bueno, hace bastante que no posteo. Hace 2 meses que
salí de casa, casi dos meses que llegué a Japón. Mis palabras son muy vagas, o
no dan cuenta de la realidad global. Si enmarco mi mirada de cierta forma, todo
es genial. Si la veo con otra perspectiva, todo es una mierda. Bienvenida
bipolaridad!
Antes de irme de Argentina, lo hablaba con alguien:
siempre tiendo a ver las cosas negras o totalmente blancas. Los opuestos son
siempre tan dificiles difíciles!
(a
continuación un texto que describe perfectamente mi vida y lo que continuamente
pienso y padezco en ciertos casos. No lo escribi yo, pero lo adapté un poco)
El juego de los
opuestos extremos.
El más obvio es el
lenguaje. Gente que piensa que no entiendo nada directamente, que me explica
como se dice “hola” y otros que entiendo todas las palabras. HOLA! 2 meses, sé
cuando me están diciendo hola en japonés?
Otro ejemplo? Homesickness (en castellano diríamos simplemente
extrañar, pero es un poco más complejo). Ciertas personas me dicen que debería
estar llorando todo el tiempo, que como no extraño a mi mamá y a mis amigos,
para ellos debería estar contando los días hasta la vuelta. Por supuesto que
extraño Argentina y mi vida, y es obvio que se la fecha de mi vuelta
aproximadamente… Pero otros me dicen que sufrir un poco de “homesickness” es
casi illegal. Supuestamente, si me gusta Japón, no debería extrañar Argentina.
STOP! GIVE ME A BREAK! La gente
normalmente no logra comprender lo que uno vive. Es decir, quisiera ver a más
de uno viajando con solo 17 años al otro extremo del mundo (la gente que lo
hace a los 15 o 16, son mis ídolos!) donde hablan uno de los idiomas más
difíciles. Tener que convivir con gente que hasta hace unos meses nunca
conociste y que de repente se transforma en tu única familia en el país.
A la vez, nadie comprende lo difícil que es pasar por vacaciones, cumpleaños (ni me quiero imaginar lo que van a ser las fiestas) cuando en tu país anfitrión no se celebran. Mientras tanto, tu identidad va cambiando (aunque tu pasaporte diga el mismo nombre) y empezas a establecer amistades en otros idiomas (no siempre japonés) Y para todo esto no esta tu madre (o no la que verdaderamente queres)
Solamente después de haber pasado esto, de haber pasado tristezas momentaneas y alegrías sin razones, podran decirme que no tengo permitido extrañar un poco. Que no puedo extrañar a mi familia, a mis amigos, mis cosas, mi cuarto, mi parroquia…mi vida.
Pero por supuesto que me gusta estar acá en Japón! Si
bien a veces se hace muy cuesta arriba, eso no quiere decir nada y todos los
días es una nueva aventura! Convivir con los choques culturales, la falta de
abrazos y de sonrisas no es fácil, pero no es razón para huir. Y queda lo
mejor, queda seguir aprendiendo, conociendo, disfrutando, durmiendo!A la vez, nadie comprende lo difícil que es pasar por vacaciones, cumpleaños (ni me quiero imaginar lo que van a ser las fiestas) cuando en tu país anfitrión no se celebran. Mientras tanto, tu identidad va cambiando (aunque tu pasaporte diga el mismo nombre) y empezas a establecer amistades en otros idiomas (no siempre japonés) Y para todo esto no esta tu madre (o no la que verdaderamente queres)
Solamente después de haber pasado esto, de haber pasado tristezas momentaneas y alegrías sin razones, podran decirme que no tengo permitido extrañar un poco. Que no puedo extrañar a mi familia, a mis amigos, mis cosas, mi cuarto, mi parroquia…mi vida.
Si, fue mi única opción a la hora de viajar. Y al menos que me echen no pienso irme. Es obvio que en 2012, cuando este entre libros y aplicaciones universitarias, voy a extrañar Japón. Así es la vida… en unos meses extrañaré mi casa (mi casa japonesa), andar en bicicleta, salir por la calle sabiendo que no te van a robar.
Vamos con algunas fotos (y videos)
"Gunma-chan". El logo de mi ciudad, en versión trabajador de la construcción. Me encanto |
Hasta la próxima, no se olviden de comentar!