Formas japonesas vs. Illia (educación en Japón)

jueves, 20 de octubre de 2011 - 

Bueno, he recuperado el estilo de mi blog. Un poquitito más prolijo, evidentemente.

Llevo dos meses en Japón. No parece increíble? Si bien para mi el primer mes se paso un poco lento, el segundo se fue volando… ya van más de sesenta días en Japón y me acercó a la mitad de mis días japoneses.

Esta semana mis compañeros tuvieron exámenes. Cuando me refiero a exámenes, no digo uno o dos… sino 10 en tres días. Y algunos del nivel de Gasques (es decir, un nivel de complicación avanzada). Mientras tanto, yo disfrutaba la soledad de la Sala Internacional (y como soy el único estudiante de intercambio, estuve solo)

El viernes tengo que presentar una charla sobre Argentina y pensaba diferencias. Una de ellas era sobre educación. A los japoneses los educan de una forma donde no existe el pensamiento crítico, no existe la re-pregunta, no existe el dudar ni el plantearse las cosas profundamente. Por lo menos en la secundaria, simplemente se busca que se memoricen conceptos, den buenos exámenes, tengan promedios altos y puedan entrar a las mejores universidades, generando cierto prestigio para el colegio.

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En Argentina, la situación depende del lugar. Hay colegios con un pésimo nivel, donde el docente simplemente repite de memoria las lecciones, los alumnos se machetean y aprueban la materia. En el Illia, la cuestión es un poco diferente. Si bien hay de todo, son muchos los profesores que nos incentivan a pensar de una forma crítica, plantear razonamientos propios, llegar a conclusiones e hipótesis… en fin, pensar de una forma más allá del libro.

Pero como desde el principio, “las cosas no están ni bien ni mal, simplemente son diferentes”. Así la educación japonesa es diferente, los chicos tienen un nivel de carga increíble y lo soportan. A la vez, suman la cuestión japonesa de no quejarse (una de las razones para la falta de cuestionamientos, supongo) lo cual para mi es increíble. No duermen toda una noche y no se quejan. Yo sería un mar de lamentos si no puedo dormir al menos seis horas.DSC02054

También plantea ciertos beneficios. Los chicos realmente saben trabajar en equipo y hay liderazgos claros y establecidos que no se cuestionan. Tal vez en Argentina por cuestionar demasiado, nos desenfocamos del trabajo y luego echamos culpas. Creo que nunca me voy a olvidar de ver como trabajan todos sin fastidio.

Luego de este post cultural… mi vida se desarrolla en tranquilidad. El domingo voy a Tokyo, aprovechando las elecciones en Argentina (en las que no puedo votar, pero al menos puedo justificar el voto). El idioma bueno… en fin, hablemos de otra cosa.

Como siempre…notas al pie.

1) El domingo pasado hice una nota para Radio Brisas en Mar del Plata. Después la subo. Si bien deje en claro que mi castellano está en estado de coma, la pasé genial y fue divertido.

2) Hoy, mientras hacía tiempo entre exámenes, leía un blog de un extranjero en Japón. Realmente, después voy a publicar algunas de sus conclusiones. El “gaijin complex” (gaijin significa extranjero en japonés) es algo que nunca me había planteado, como el extranjero se planta frente a una sociedad que si bien es amable, actua como bloque compacto y con numerosas barreras. Además, las diferencias culturales parecen nunca irseeeee! (Igual, viva la cultura de Argentina!)

3) Una de las cosas del intercambio que más me sorprende es como la necesidad de forjar amistades te lleva a ser amigo de gente que, no por mala sino por diferencia de personalidades, posiblemente nunca sería amigo en Argentina. En fin, open mind.

tantos festejos resigné, tantos amigos extrañé,tantos domingos muy lejos de mi familia.