Realmente quería escribir una linda entrada hoy. Pero me agarró mucho mal humor. No sé, apareció de repente, una mala onda terrible. Esos momentos donde todo parece una mierda, y nada te gusta, y todo esta mal, y simplemente queres estar abajo del futón todo lo que queda del día sin hablar con ningun ser viviente.
Ustedes dirán: “Este chico la está pasando horrible en Japón”. No es tan así. Esto es como la vida misma: una montaña rusa. Hay días que son geniales, hermosos, y a uno le gustaría que nunca terminen, y otros días que bueno… sumamente olvidables. Basicamente, vivo en Japón. Creo que es parte del vivir tener días malos.

Hoy fue entonces un día malo. No por nada en particular, fue como la suma de pequeñas cosas que dieron un mal resultado. Y el frio, y esperar el tren.

Ni siquiera McDonalds, o pensar en ir a Tokio el próximo fin de semana, o el hermoso fin de semana pasado remontaron la situación. SImplemente, un bad day.

Brevemente muestro algunas de las imagenes que hicieron de este fin de semana unas 72 horas geniales (aunque el sábado no hice nada, solo dormí, vi una película y di vueltas con el perro)

(Iglesia Católica de Isesaki, fuí a un retiro de Adviento, pronto contaré más, pero fue interesante)

(Por favor, no se fijen en lo mal que salí). Conocí la nieve, y mucha gente copada de Asia. Y no fui al colegio ayer.

Mi manera de solucionar problemas: Capuccino y Papas Fritas. Cuando estoy triste normalmente voy a Starbucks, pero McDonalds está dentro de la terminal e implica menos desgaste de energía.

Esa es la vida en otras palabras. No me puedo quejar, aunque lo hago bastante. Supongo que simplemente son días. Nada de que preocuparse. Prometo que en estos proximos días subiré mis relatos en la nieve y esas cosas divertidas de este fin de semana ocupado.

Notas varias para reirse:
1) Con toda la gente de AFS y Jenesys (otro programa, son los de campera azul en la foto), fuimos a un restaurant re lindo, onda “self-service”. Todo barbaro, pero me sorprendió que en todas las fuentes dijera “Pig in the dish” (“Cerdo en el plato”). Como buen argentino pregunte “¿QUE?" TODOS LOS PLATOS SE LLAMA IGUAL?” No me di cuenta que era para avisar a la comunidad musulmana que no puede comer cerdo.

2) El lunes, volvía del viaje en bicicleta. Agarré un atajo por el medio del estacionamiento de un local. Todo iba bien, y yo venía cantando en la mejor parte de la canción. Me llevé puesto un bloque de cemento. Casi salgo despedido de la bici, pero no. Y seguí cantando (cantando al sol como la cigarraaaaaa)

ACTUALIZACIÓN: Casi me estaba por echar a dormir para dejar de pensar, y mi hermanito más chiquito entró a la habitación. Mi primer pensamiento: “Qué pendejo hinchapelotas”. Vino para que hagamos origami juntos! Fue re lindo momento, y me dijo que lo vamos a hacer todos los días (:

Te vi trabajar aquella noche en que fracasaste
sé de tu dolor, de tu vergüenza y de tus fragilidades.
Hoy yo te pido que confíes de nuevo,
vuelve a tirar con la esperanza de ayer.
Estoy contigo y te prometo abundancia.